Mercados de diseño y artesanía

La tienda en la calle.

Justo antes del confinamiento empecé a moverme por algunos mercados de Granada y hace un par de meses volví de nuevo a salir de vez en cuando a la calle.

La profesión de ilustradora es bastante solitaria y el asistir a los mercados me obliga a salir de mi estudio y a relacionarme con el mundo.

Por un lado, comparto tiempo con compañeros y compañeras de otros ámbitos del diseño y la artesanía muy diferentes al mío (joyería, cerámica, pintura, etc.), algo que profesionalmente me enriquece mucho y hace que vea mi propio trabajo desde una perspectiva diferente.

Por otro lado está el trato directo con los compradores, con personas interesadas en mi trabajo que se acercan a conocerme y con aquéllas que lo conocen de pronto dando un paseo.

En los puestos suelo tener a la venta muchos más productos que en mi Tienda Online, así voy tanteando un poco qué es lo que más gusta o llama la atención. A partir de los retratos, y del resto de ilustraciones, se generan diálogos muy interesantes, tanto sobre el dibujo en sí y la técnica, como sobre arte, literatura o cine.

Estar de cara al público supone darte a conocer a un público más amplio que el de las redes sociales, a las personas nos gusta saber quién está detrás de las pantallas o detrás del trabajo que vemos impreso en un papel.

Es cierto que a veces resulta cansado, ya que después del trabajo de diario el fin de semana no puedes descansar, pero la parte buena de ser autónoma es que puedes convertir un lunes en un domingo y tomártelo libre.

Olalla Ruiz